Emprender por competencias

Por Éricka González Núñez


¡Qué bello es emprender! Sientes que inicia una aventura en la que nada es seguro, en la que eres dueño de la situación por derecho y por elección. Todo está listo: sabes qué hacer, sabes cómo hacerlo y ¡zas!: vienen tus primeros pedidos.


¿Qué tanto te aventurarás con ellos? ¿Puedes hacerles solicitudes sin verte arrogante? ¿Debes ponerte de tapete para lograr pedidos? He aquí unos simples consejos que puedes seguir para tener a los mejores clientes de tu lado:

 

       1. Define todo tu organigrama como si ya tuvieras gente para llenarlo, y define todas las políticas de trabajo en cada área. Básicamente deberás asegurar que queden completas las siguientes:

a. Dueño o Consejo de Administración

b. Director general

c. Director de Ventas y Mercadotecnia

d. Director de Administración

e. Director de Producción y Operaciones

f. Ejecutivo de Ventas

g. Jefe de Producción o de Servicios

h. Operador de Producción o de Servicios

 

      2. Cuando trates con un cliente, asegúrate de conocer todas las políticas de tu empresa en el papel de cada persona o puesto que está en tu organigrama. Debes identificar las necesidades de tu cliente y evaluarlas desde el punto de vista de cada puesto y ser tan estricto y exigente como la calidad de tu empresa y de tu producto lo necesiten.

 

      3.  No olvides que al cliente siempre hay que apapacharlo, pero nunca dejes que haga lo que quiera con tu empresa. Recuerda que tú eres el dueño, la pena y la gloria de las operaciones serán solo tuyas. Tus clientes son la mano que te da de comer, y con esa veneración y ese respeto deben ser tratados. En consecuencia, si no te da de comer, no es tu cliente. ¡Pide anticipos! ¡Entrega contra liquidación! Es duro, pero hay que decirlo: si quieres crecer, nunca sacrifiques tu empresa por un cliente que no paga.

 

Por ahora es todo. ¡Felices emprendimientos!

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