Por Samara M. Reyes Pastrana
Continuando con el análisis de la imagen, primero debemos definir el concepto de Imagen Corporativa. Es muy común que al pensar en este término se nos venga a la mente el logotipo o los colores institucionales. Sin embargo, la IC va más allá de lo que el cliente puede percibir.
Desde afuera, la IC es todo lo que el cliente ve: cómo es atendido, la información que recibe, los colores, el logo, la publicidad, los vendedores, los anuncios… todo.
Sin embargo, en la empresa la IC se puede dividir en tres apartados:
1. Imagen personal
Es la forma de expresarse personalmente: el estilo de la información que se comparte entre los colaboradores de la organización y de los colaboradores hacia los clientes. En este nivel se reflejan las políticas de comunicación y la expresión oral personal. También incluye la comunicación entre empresas como proveedores, aliados y las de relaciones públicas.
2. Imagen empresarial
Esta área incluye toda la estrategia de identidad, es decir, los lemas y eslogan, las políticas de comportamiento para los colaboradores dentro de la organización y las de servicio al cliente.
3. Imagen gráfica
El área más amplia y conocida. Principalmente se divide en dos partes. La primera, escritura. Contiene todas las características ideales de la comunicación escrita dentro de la organización, en
donde se refleja el uso del manual de estilo. La segunda, diseño gráfico que contiene toda la publicidad impresa, digital con los códigos de diseño elegidos.
Y esto es solo el inicio de la Imagen Corporativa...
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